Gustavo Faxa (1939-1985) en mi recuerdo…
Un artista muy talentoso
que merecía mejor suerte
Este cantante, pianista y compositor cubano disfrutó de su mejor etapa artística durante los postreros
años ‘50 y los tempranos ‘60 cuando, siendo todavía muy joven, integró el famoso Cuarteto Faxas,
que completaban sus primos Carlos (el director y pianista) y Roberto Faxas, y Lázaro Pérez. Con
este grupo − valga señalar que, originalmente, fue conformado por otros vocalistas − se presentó en
escenarios tan prestigiosos como el majestuoso cabaret Tropicana, realizó varias giras
internacionales e intervino en las grabaciones de algunos discos. Su timbre era de tenor lírico y en el
cuarteto hacía la primera voz, aunque compartía el protagonismo con sus compañeros cantantes.
Ya solista, en 1962 fue atracción permanente del programa Festival RCA Victor, que emitía CMBF
TV / Canal 4, compartiendo habitualmente con Fernando Albuerne y Olga Guillot. Sin embargo,
durante su etapa en el Exilio no logró niveles estelares, viendo limitada su actividad artística al
trabajo de entertainer en bares y restaurantes.
Su nombre completo era Gustavo Faxas De Miguel, pero al emprender su trayectoria en solitario
modificó su apellido paterno eliminándole la s final, por lo que, a partir de entonces, se identificaría
como Gustavo Faxa. Había nacido en Palma Soriano, Oriente, el 28 de octubre de 1939. Hijo del
médico Fernando Faxas Del Toro e Isabel De Miguel. Se crió en Santiago de Cuba, donde a la edad
de siete años inició sus estudios de piano bajo la tutela de la profesora Catalina Marte. A los nueve,
empezó a presentarse en los teatros de la capital oriental cantando y bailando. A los doce, fue a vivir
a La Habana y, a los catorce, era bailarín y coreógrafo de varios programas de variedades del Canal
4. Durante largo tiempo, hasta su incorporación al Cuarteto Faxas poco antes del “triunfo” de la
Revolución Cubana, trabajó principalmente en calidad de bailarín-corista en espacios televisivos y
espectáculos de cabaret.
Al tomar la ruta del Exilio en 1963, nuestro biografiado se estableció primero en Miami, Florida
(EE.UU). Poco después marchó a Boston, donde amplió sus conocimientos musicales en el
prestigioso Conservatorio de Nueva Inglaterra (1964-1968). En 1969 se radicó en Nueva York. En
la Gran Urbe trabajó principalmente como entertainer en bares y restaurantes, aunque durante el
período 1971-1972 tuvo oportunidad de formar parte del elenco de la producción Playboy, que Judy
Carr presentó en Broadway. Aquel último año le surgió un contrato para presentarse, como primera
figura de revista musical, en el cabaret Los Globos, de Ciudad de México. De aquella importante
plaza viajó a Santo Domingo, donde actuó en varios programas de RTVD / Canal 4.
Gustavo Faxa llegó a Puerto Rico en agosto de 1972, contratado para agotar una temporada en La
Coneja Night Club, pequeña sala localizada en la Avenida Ponce de León, en Santurce. Allí
permaneció hasta octubre, cuando pasó al Restaurante Costa del Sol. Luego actuaría en otros
locales de San Juan (Luau Night Club, Don Yo, El Coquí, Play Girl Club, Restaurante Hostal
Castilla, etc.) ciudad en la que radicaría en resto de su vida.
Su vida tuvo un final muy trágico: fue asesinado de 18 puñaladas por el
desquiciado criminal en masa «El Ángel de los Solteros».
Nuestro biografiado participó en el Primer Festival de la Canción y la Voz de Puerto Rico,
celebrado en el Cinema 4 en Guaynabo (noviembre 17-20, 1972), interpretando su balada He visto
una estrella brillar. Como autor, empero, no fue muy prolífico. Quizás, desalentado ante las
dificultades que enfrentó para lograr que otros artistas le grabaran, prefirió dejar dormido un talento
que, en términos económicos, no le rendía beneficios. Entre las selecciones − boleros y baladas,
específicamente − de su autoría que solía cantar durante sus presentaciones recordamos las tituladas
Amor, Canción en í, ¿Cómo te atreves?, Cosas, Cuando vuelvas tú, Me acordaré de ti, Oye tú,
¿Qué más da?, Reproche, Seco de lágrimas, Siempre tú y Tú cambiaste mi mundo. Registró
legalmente un total de 43 composiciones.
Durante el período 1977-1980, este excelente músico dirigió el trío The Faxa Triangle, que
completaron un bajista identificado como Jay Jay y el baterista David Rimart. Frente a este grupo
agotó prolongada temporada en el Salón Estelar y el bar El Pionero del Hotel Holiday Inn, en Isla
Verde.
Hombre polifacético, Gustavo Faxa también cultivó el periodismo especializado en espectáculos.
Mantuvo columnas en las revistas Flash y Estrellas, editadas en San Juan. Además, dirigió la revista
Farándula, cuyo editor era Henry Armenteros y tuvo breve duración (1973-1974). Igualmente, se le
reconocía como estudioso de la Astrología.
Aunque solía asegurar que se había casado tres veces en su patria, para quienes lo conocimos no era
secreto su homosexualidad, condición que ya no negaba. Ese “estilo de vida” desembocó en su
trágico final. Gustavo murió asesinado, víctima de 18 puñaladas, en el apartamento que habitaba en
el Edificio Torre del Mar, en el exclusivo sector de Condado, Santurce, el 29 de mayo de 1985. Su
último trabajo fue en el Restaurante La Paella, muy cerca de su hogar.
El crimen fue atribuido al delincuente Ángel Colón Maldonado, alias «El Ángel de los Solteros»,
quien llevaba una larga racha de asesinatos de homosexuales, siendo el mismo a quien se
responsabilizó por las muertes, en similares circunstancias y poco tiempo antes, del destacado
coreógrafo Junito Betancourt y el cronista social Iván Frontera.
NOTA: Gustavo Faxa fue uno de mis grandes amigos. Lo recuerdo como una persona muy
respetuosa, servicial, dado a la ironía simpática e ingeniosa y apasionado de todas las expresiones
artísticas, especialmente las comedias musicales de Broadway y la zarzuela cubana. Conciente de mi
fascinación por el ambiente cabaretero que se desarrollaba en La Habana durante la época batistana,
disfrutaba dándome gusto platicándome de sus experiencias en los más exclusivos desveladeros de la
capital cubana durante su pasantía por el Cuarteto Faxas y contándome anécdotas y chismes sobre
las estrellas más fulgurantes de su patria. Lo entrevisté varias veces, no sólo para la revista Artistas,
sino también para las publicaciones regionales con que colaboré desde los tempranos ‘70. Mientras
viva conservaré el par de artesanías que me regaló como muestra de agradecimiento por algunos de
aquellos escritos que le dediqué. Su trágica desaparición física me dolió muchísimo.
Gustavo fue uno de mis grandes amigos. Foto: Rafi González (1983).



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